jueves, 3 de noviembre de 2011

Mi primera entrevista de trabajo

Como casi todos a nuestra edad, ya sea más o menos profesional, he tenido un par de entrevistas de trabajo.

El primer año de carrera, recién llegada a Alicante, me informaron de un trabajo que podría realizar en el hotel Pueblo Acantilado como animadora infantil en bautizos y comuniones. Como ya llevaba unos años realizando este tipo de trabajo y los niños siempre se me han dado bien, me mostré interesada y el Director junto con la subdirectora me recibieron unos días después en el hotel.

Estuve imaginando lo que me preguntarían y como debía contestar y desde el momento en el que me dijeron que estaba citada en el hotel, y no os quiero contar la de conjuntos que pensé para llevar ese día… ¿Iré demasiado informal con vaqueros? ¿Si me pongo tacones pensarán que voy muy arreglada? Con esto parezco pequeña, con lo otro mayor… Al final decidí que lo mejor era ir “arreglá pero informal” que se dice en mi tierra, y me puse unos vaqueros oscuros, con una blusa de cuadritos blanca y negra, un blazer negro y unas botas planas altas y negras.

Y llegó el día… Yo iba nerviosísima a pesar de que tampoco era el trabajo de mi vida, pero con 18 añitos y sin ninguna experiencia en entrevistas de trabajo, ya os podéis imaginar… ¡Me temblaban hasta las uñas! Llevaba un currículum que apenas ocupaba un folio, pero iba preparada como si fuese el trabajo que daría de comer a mis hijos ¡jajaja!

Cuando llegué me estaban esperando en recepción y al saludarme respiré con tranquilidad ya que fueron muy amables y cercanos, estoy convencida de que veían en miedo en mi cara y supieron entenderme. Me enseñaron el hotel, una maravilla, una especie de pueblecito precioso al pie de un acantilado que dejaba unas vistas como pocas había visto. Y fuimos a la cafetería donde me invitaron a tomar algo, lo que hizo la entrevista más amena y coloquial. Empezaron preguntándome por mi adaptación a una nueva ciudad en la que no conocía a nadie, por la entrada a la Universidad, si me gustaba la carrera, por qué había escogido estudiar Publicidad y Relaciones Públicas… Y así conseguí relajarme un poco.
Luego me preguntaron por mi experiencia como animadora infantil, que trabajos había realizado, etc. Estuvimos un largo rato hablando de mis anteriores trabajos y de que cosas debería hacer en el que ellos ofertaban, así como del salario y los horarios.

Finalmente, me dijeron que el trabajo era mío y que dos semanas después debía estar allí para un bautizo. Como os podéis imaginar salí contentísima y durante los 15 días me dediqué a organizar juegos y entretenimientos para los niños.

¡Ojala todas las entrevistas de trabajo sean tan fáciles como mi primera entrevista!

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